La participación activa de mujeres en espacios de toma de decisión sobre la gestión eficiente del agua pasó de ser casi nula a un promedio de 30% en el acuífero Ocotepeque-Citalá. Para conmemorar el Día Mundial del Agua compartimos una historia que muestra acciones concretas para lograr que el agua sea de todos.
A través de talleres sobre agua y género se ha promovido la participación de la mujer en temas sociales, políticos y ambientales
Photo: Karen Hernàndez
El Salvador y Honduras, 22 marzo 2018. Los sistemas de agua domiciliar a nivel comunitario generalmente son manejados por organizaciones compuestas por miembros de las directivas comunales, en las denominadas juntas de agua, tradicionalmente integradas por hombres, sin embargo esta realidad está cambiando y en los últimos años se ha logrado aumentar la participación de las mujeres.
Lo anterior es parte de los resultados alcanzados en la segunda fase del proyecto "Gobernanza Aguas Subterráneas en Acuíferos Transfronterizos” conocido como GGRETA, que implementan UNESCO y la UICN con apoyo de la Cooperación Suiza en la región del Trifinio, compartida por El Salvador y Honduras. Por medio de las acciones que se han impulsado en el marco de esta iniciativa, se incrementó el involucramiento de mujeres en espacios de toma de decisión sobre el recurso hídrico del área, pasando de una participación casi nula a un promedio de 30%.
En estos grupos organizados el rol de las mujeres es de suma importancia, por las diferentes actividades que llevan a cabo; en especial como educadoras primarias de sus hijos para el cuido, almacenamiento y reciclaje del agua.
El proyecto GGRETA ha coordinado actividades con las oficinas municipales de la mujer, las unidades ambientales municipales, las juntas de agua, el plan Trifinio y otros actores locales con el fin de apoyar, fortalecer y destacar la participación activa de mujeres en las actividades que realiza, especialmente en la gestión de los recursos hídricos.
Un caso importante de citar es el de la comunidad de El Moral, en Sinuapa, en el que la Asamblea General se reúne una vez por mes para organizar y planificar el trabajo comunitario. Ante la ausencia de los jefes de hogar en las reuniones, se tomó la medida de multar a los ausentes y asignarles obligatoriamente la realización de determinadas actividades.
Como respuesta a esta medida, las esposas de los directivos empezaron a participar activamente en las reuniones, poco a poco se fueron empoderando, conocieron las necesidades y obligaciones, y ahora más de la mitad de las familias son representadas por una mujer en la asamblea general.
También se ha trabajado fuertemente a través de las oficinas municipales de la mujer, en apoyar su participación en actividades productivas que incrementan la economía de las familias en la zona.
A través de talleres sobre agua y género se ha promovido la participación de la mujer en temas sociales, políticos y ambientales, con una participación directa en las soluciones de las problemáticas que enfrentan sus comunidades.
El proyecto GGRETA es consciente que el camino está iniciado, para alcanzar la equidad de género en el área del ATOC, y ha contribuido en iniciar el proceso de cambio que llevará a estas poblaciones a alcanzar éste objetivo.
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